Refugiados: Un viaje a la esperanza

Los conflictos armados, tanto entre Estados diferentes como dentro de unas mismas fronteras, son una lacra que ha acompañado a la historia de la humanidad. De hecho, se ha llegado a decir que la paz es únicamente la ausencia de guerra en un momento dado. Los conflictos armados desencadenan el instinto de supervivencia, el deseo de preservar la integridad personal y la libertad. Para atender a los refugiados surgieron desde la antigüedad las instituciones de asilo. Más recientemente, la hecatombe humanitaria que significó la Segunda Guerra Mundial obligó a tomar mayor conciencia del problema, lo que condujo a la creación de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR o UNHCR). Pocos meses después, ya en 1951, se adoptó en Ginebra la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, el instrumento universal que enmarca sus derechos y las obligaciones de los Estados. Cuando se cumplen sesenta años de la Convención de Ginebra, repasamos la historia de los refugiados y del asilo, centrándonos en las crisis que tienen lugar actualmente en distintas latitudes de nuestro convulso planeta.