¿Leen los algoritmos mejor que las personas?

Un algoritmo es un conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución a un problema. Viene del latín tardío (algobarismus) y este, a su vez, del árabe clásico, y significa ‘cálculo mediante cifras arábigas’. Surgidos a principios del siglo XX como una buena herramienta para procesar la información, los algoritmos se han mantenido durante decenios casi ignorados por el gran público, en ese terreno borroso que produce lo inofensivo. Pero, de pronto, las grandes corporaciones han descubierto su enorme poder porque les permiten adentrarse, de manera sigilosa y ordenada, en la intimidad de las personas y descubrir sus gustos, sus apetencias y sus deseos más ocultos. En este Diálogo vemos cómo, en todos los terrenos del saber y específicamente en el de la literatura, los tradicionales gurús –que hasta hace bien poco orientaban al público en materia de gustos e inquietudes morales– están siendo sustituidos por fórmulas matemáticas capaces de decidir qué tenemos que leer y cómo tenemos que pensar. Guiados antes por la luz de críticos y suplementos literarios, hoy vamos dejando en la red, ajenos al poder de los algoritmos, nuestro ingenuo rastro. ¿Cuáles serán las consecuencias?